David Paricio: ‘La prevención de la transmisión del VIH está viviendo una importante revolución’

 «La información es y ha sido crucial en la respuesta al VIH-SIDA. Pero cuando se habla de información, muchas veces se olvida lo que para mí es un elemento crucial en la misma: la información no se distribuye de manera adecuada y adaptada a las necesidades de los diferentes perfiles poblaciones, para ello es necesaria e imprescindible la COMUNICACIÓN»

 

 

David Paricio. Director de SidaStudi

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Entrevista realizada por Houda Bakkali 
¿Qué hemos conseguido en la batalla del VIH-SIDA?

La pandemia del VIH/sida ha supuesto uno de los retos más importantes para la salud al cual nos hemos enfrentado como comunidad humana en a segunda mitad del siglo XX y o que llevamos de este siglo XXI.

Sin ningún género de dudas, la mayor victoria conseguida, han sido los distintos avances científicos (y no sólo biomédicos) que se han conseguido en un muy breve espacio de tiempo en comparación con otras pandemias a las que la humanidad se ha tenido que enfrentar en otros momentos históricos. El ejemplo más claro en este sentido son los actuales tratamientos antiretrovirales, capaces de detener y controlar la evolución de una infección inicialmente mortal. Pero es importante también destacar la relativa velocidad con la que, en los primeros años de la pandemia, se identificó el VIH como agente causal del sida, se conocieron sus vías de transmisión y se consensuaron mensajes clave para su prevención.

En este sentido, otro valor que creo importante añadir a la evolución de la respuesta a la pandemia ha sido que ha permitido poner sobre la mesa y obligar a debatir, opinar y consensuar mensajes relacionados con nuestra sexualidad y con los usos que hacemos de determinadas substancias; temas tabú en la gran mayoría de las sociedades ante los cuales el VIH/sida nos ha obligado a tomar partido y posicionarnos. En este sentido, incluso el tema de la muerte, en los primeros años de la pandemia, dejó de ser un tema oculto y evitable para pasar a ser un tema al cual enfrentarnos y hablar abiertamente.

Para acabar (aun siendo para mí el aspecto más importante) la principal victoria ha sido demostrar la importancia de la respuesta comunitaria ante retos como el de la salud, enmarcados en la defensa de los Derechos Humanos. Más allá de los intereses económicos que la respuesta a la pandemia también ha generado, no es cuestionable el papel crucial que la presión de las personas afectadas ha tenido en la respuesta global que se ha dado a la pandemia y es un hecho que la respuesta comunitaria, a lo largo de todos estos años ha ido muy por delante de las respuestas institucionales a la misma.

¿Qué papel juega la comunicación en el abordaje del VIH-SIDA?

La información es y ha sido crucial en la respuesta al VIH/sida. Pero cuando se habla de información, muchas veces se olvida lo que para mí es un elemento crucial en la misma: la información no se distribuye de manera adecuada y adaptada a las necesidades de los diferentes perfiles poblaciones, para ello es necesaria e imprescindible la COMUNICACIÓN.

En este sentido, SIDA STUDI, supone un buen ejemplo de esta dicotomía. Su razón de ser: un Centro Documental y de Recursos Pedagógicos especializado en el VIH/sida, tuvo en sus orígenes en el año 1987 con la voluntad de recoger y compilar el mayor volumen posible de información relacionada con el VIH/sida. Pero inmediatamente urgió el reto complementario: una vez recogida esta información, ¿cómo se hace llegar al mayor número de personas? Y ahí entra de nuevo en juego la variable de la comunicación.

Apuntar también la importancia destacada que para mí tiene este aspecto al considerar la importancia que el estigma relacionado con el VIH/sida tiene en la repuesta a la pandemia. La comunicación juega de nuevo aquí un papel clave en la eliminación o reducción de este estigma.

Para acabar, a pesar de la importancia reconocida que la comunicación juega en la respuesta al VIH/sida, es también necesario reconocer que en el actual momento de fragilidad económica de la mayoría de las entidades, las personas encargadas de la comunicación, han sido de las primeras en desaparecer en diferentes plantillas, priorizando perfiles más técnicos que implementen proyectos específicos. Un paso atrás que será necesario valorar con el tiempo e intentar recuperar.

¿Por qué es preciso normalizar la palabra SIDA?

No es nueva la afirmación que “el sida no es sólo una enfermedad médica, sino también una enfermedad social”. Los inicios devastadores de la pandemia conllevaron una construcción social de la misma vinculada a perfiles poblaciones como las personas homosexuales o usuarias de drogas por vía parenteral.

Esta construcción social criminalizó a estos perfiles poblacionales y aún hoy en día es justo y necesario tener en cuenta el impacto que conllevó y reconocer que es imprescindible seguir con este trabajo desmitificador y desestigmatizador.

VIH y SIDA, ¿qué consejos daría para fomentar la prevención y el diagnóstico temprano?

La prevención de la transmisión del VIH está viviendo una importante revolución a lo largo de estos últimos años estrechamente vinculada los nuevos avances biomédicos, el mejor conocimiento de la evolución de la infección y el impacto de los fármacos antiretrovirales.

La paradoja es que cada vez existe más información pero este hecho está conllevando que cada vez sea más difícil articular mensajes consensuados y unitarios a transmitir a la población.

Esta nueva oleada de información vinculada a la transmisión (y por lo tanto prevención) del VIH se ha concretado en lo que se ha venido a llamar las Nuevas Tecnologías en Prevención que incluye aspectos tan variados y complejos como le profilaxis pre y post exposición, el diagnóstico precoz y la prueba, el tratamiento antirretroviral como prevención, los microbicidas, la perspectiva de reducción de riesgos en las prácticas sexuales…

Ante este complejo escenario actual, nuestra propuesta es la de seguir trabajando desde la capacitación lo mayor individualizada posible para cada persona y el contemplar la responsabilidad individual como eje central en el momento de tomar decisiones; es decir, las personas han de estar capacitadas para tomar decisiones relacionadas con el riesgo de infección por el VIH.

Una de las grandes dificultades con las que nos estamos encontrando ante esta propuesta es el hecho de que se estén priorizando algunas de estas tecnologías por encima de otras. Como ejemplo, el título de esta pregunta en la cual se vincula la prevención al diagnóstico precoz. Sin menospreciar la importancia que el diagnóstico precoz tiene, en primer lugar, en el autocuidado de las personas (una detección temprana de la infección conlleva, sin ninguna duda, mejores opciones terapéuticas); y teniendo en cuenta también el impacto que el saberse infectado/a puede tener en relación a nuevas transmisiones, puede ser peligroso vincular la prevención a una única estrategia de entre todas las disponibles. En primer lugar porque este hecho choca con la perspectiva del trabajo individualizado desde la responsabilidad individual y, en segundo lugar, porque a nuestro entender puede conllevar una vuelta a la estigmatización (explícita o implícita) de las personas infectadas por el VIH como únicos agentes implicados en su prevención.

Educación sexual, ¿qué hemos conseguido y qué queda por conseguir?

Hemos conseguido que, debido a la gravedad y mortalidad de la pandemia, bajo el paraguas de la necesidad de trabajar la prevención sexual de la infección por el VIH se haya podido hablar de salud sexual en espacios donde antes era impensable.

Pero esto no es suficiente si lo que pretendemos es ofrecer una alternativa sólida en materia de salud sexual.

Desde nuestra especialización en el trabajo de la promoción de la salud sexual entre jóvenes, es imprescindible que la educación sexual forme parte del currículum escolar, que se contemple en todo el proceso educativo desde la educación primaria y que esté integrada en las diferentes materias que se imparten.

De forma más global, es necesario enmarcar esta educación sexual en la defensa de los Derechos de Salud Sexual y Reproductiva. En este sentido, propuestas legislativas como la propuesta de reforma de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que se está proponiendo por parte del gobierno central o el RD 16/2012 ya aprobado por el gobierno, dificultan sobremanera el cumplimiento universal de estos derechos.

Sexo seguro, ¿existe?

Sí, existe. Pero en el actual escenario creemos que es importante cambiar el paradigma y hablar de “sexo responsable”. Y además incorporar el porqué de esta propuesta. Cuando planteamos estrategias de reducción de riesgos y daños en la vivencia de nuestra sexualidad y en la prevención de los riesgos biológicos asociados (embarazos no planificados e infecciones de transmisión sexual como el VIH) es imprescindible hacer llegar el mensaje paralelo de que la sexualidad es también una fuente de placer en la cual nuestros sentimientos y emociones juegan un papel transcendental; y que trabajar los riesgos asociados debe tener como objetivo y premisa fundamental promover una vivencia de la sexualidad lo más positiva y saludable posible.

De lo contrario estaremos ofreciendo una visión de la sexualidad negativizada y sólo vinculada a riesgos a evitar, con lo cual, nos alejaremos de la vivencia positiva que la mayoría de las personas tienen en relación a la misma y estaremos olvidando de nuevo la perspectiva de los Derechos en Salud Sexual y Reproductiva.

El uso del preservativo, ¿por qué es importante?

A pesar de lo comentado en relación con la aparición de las Nuevas Tecnologías en la Prevención del VIH, el preservativo sigue siendo el método más eficaz y accesible en relación al hecho de evitar nuevas infecciones por el VIH.

Pero es importante también tener en cuenta los años de trabajo en la promoción del mismo y los límites evidentes en su implementación y uso.

En este sentido es importante introducirlo en la promoción de relaciones sexuales satisfactorias como un elemento capaz de hacernos disfrutar más de nuestras relaciones por la tranquilidad que el mismo puede aportarnos en las mismas. Pero de forma paralela, es también imprescindible contemplar que la propuesta de uso universal en todas las posibles prácticas sexuales de riesgo, no se corresponde con la realidad de muchas personas y que es necesario trabajar también desde el paradigma de reducción de riesgos y daños ofreciendo no sólo la alternativa del “sexo seguro” desde la perspectiva de la promoción del riesgo cero sino trabajando también el cómo reducir el riesgo en cada práctica sexual, las que conllevan un mayor o menor riesgo, etc.

En materia de VIH-SIDA, el diagnóstico temprano, ¿de qué es sinónimo?

A mi entender es sinónimo de autocuidado y de una decisión informada tomada desde la responsabilidad individual.

Pero asumir esta capacidad de las personas a tomar decisiones responsables también conlleva asumir el hecho de que personas puedan decidir no hacerse la prueba.

El principal problema puede ser que se convierta en sinónimo de la única estrategia de prevención (junto con el preservativo) y, como comentaba anteriormente que conlleve un nuevo proceso de estigmatización de las personas infectadas y las convierta en las únicas responsables en la prevención de nuevas infecciones, cosa que conllevaría un nuevo impulso al estigma que ya existe relacionado con la enfermedad.

¿Por qué es importante tener una actitud positiva ante la enfermedad?

Porque se trata de una actitud importante en todas las facetas de nuestra vida. Porque es un hecho que tendremos que convivir con el VIH/sida y mejor hacerlo de forma positiva. Porque los efectos terapéuticos de esta actitud no son menospreciables.

Un mensaje esperanzador cuando hablemos y pensemos en la palabra SIDA…

El reto en los primeros años parecía inasumible. Difícilmente hubiéramos podido imaginar el actual escenario hace 20 años. Reconozcámonos el trabajo hecho, valorémoslo, evaluémoslo y sigamos adelante porque aún son muchos los retos ante los cuales dar una respuesta.

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