Los médicos catalanes de atención primaria alertaron ayer de la existencia de “graves” diferencias en el acceso a pruebas diagnósticas y visitas al especialista entre distintos territorios. También denunciaron que el tiempo de espera ha aumentado en los últimos dos años y que hay “diferencias territoriales evidentes” en el acceso a las pruebas que puede pedir el médico desde los centros de atención primaria (CAP), algo que “origina inequidades”.
La Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (Camfic) difundió ayer los resultados de un estudio sobre la accesibilidad a pruebas diagnósticas y servicios asistenciales realizado con un cuestionario que contestaron 373 médicos en Cataluña. De ellos, 92 trabajan en Barcelona ciudad; 73 en el Maresme; 26 en el Camp de Tarragona; 75 en la Costa de Ponent; 37 en Girona; 17 en Lleida; 9 en las Terres de l’Ebre; y 44 en la Zona Centre.
La sociedad les preguntó si pueden pedir de forma directa determinadas pruebas —como gastroscopias o colonoscopias— y cuáles son los tiempos de espera medios para estas exploraciones y para las visitas a un especialista hospitalario desde que proceden a derivar al paciente.
Las diferencias entre territorios son evidentes. En las Terres de l’Ebre, solo en el 22% de los casos los médicos de atención primaria consiguen pedir pruebas por resonancia magnética nuclear. En esta zona y en Tarragona y Lleida, la tramitación de esta prueba tarda más de cuatro meses en un porcentaje superior al 75% de casos.
Las visitas ordinarias al endocrino tardan más de cuatro meses en el 80% de los casos en las Terres de l’Ebre. El mismo porcentaje de espera lo sufren los pacientes que son derivados a un oftalmólogo en Tarragona, a un dermatólogo en el Maresme o a un neurólogo en las Tierras del Ebro.
Según el estudio realizado por la Camfic, titulado Actitudes y Prácticas de los profesionales afiliados a Camfic sobre accesibilidad a pruebas diagnósticas y servicios asistenciales, las consultas dietéticas son las menos frecuentes en la cartera de servicios —solo están disponibles en un 24% de los casos—. Lleida es el único territorio de Cataluña donde no se pueden pedir gastroscopias.
Un 85% de los médicos consultados consideran que en los últimos dos años se han producido retrasos significativos en la programación de las pruebas complementarias y en las derivaciones a especialistas. Estos retrasos se distribuyen de forma similar en todo el territorio. Los médicos también denunciaron que una gran parte —un 80%— de las derivaciones hospitalarias que solicitan les son denegadas “de forma unilateral” por el hospital por considerarlas inadecuadas.
Las desigualdades son importantes si se compara entre zonas urbanas y zonas rurales. “Todas las pruebas se pueden pedir más en el ámbito rural”, concluye el estudio de la Camfic, salvo un puñado que no muestran diferencias significativas.
Si se toma el ejemplo de las ecografías, un 66,7% de los pacientes esperan menos de dos meses —el tiempo más breve— si viven en una zona rural, mientras que este porcentaje es de un 82,8% en las ciudades. En estas, solo un 15,6% de los pacientes esperan entre dos y cuatro meses, mientras que este porcentaje es del 23,8% en las zonas rurales.
En cuanto a las visitas al especialista, el tiempo medio de espera para una consulta de ginecología se sitúa entre los cuatro y los seis meses en un 15% de los casos en las ciudades, mientras que este porcentaje se reduce hasta el 7,1% en las zonas rurales y hasta el 6,5% en las semiurbanas o semirurales.
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