Las autoridades de Marruecos están decididas a legalizar parcialmente el aborto, hasta ahora prohibido como en todos los demás países árabes excepto Túnez. Dos ministras, Nouzha Skalli, encargada del Desarrollo Social, y Yasmina Baddou, de Sanidad, lo han anunciado en sendas intervenciones a lo largo de esta semana.
"No se trataría de una legalización total sino parcial para permitir a la mujer interrumpir su embarazo si se cumplen determinados requisitos como la malformación del feto, desequilibrio mental de la madre o situación de precariedad", explicó Skalli.
El código penal marroquí estipula entre uno y cinco años de cárcel para el que provoque un aborto y hasta 20 años si fallece la mujer que se somete a él. Otro artículo castiga con entre seis meses y dos años a la mujer que aborte. La pena prevista para los cómplices, vendedores de productos abortivos o intermediarios, oscila entre seis meses y dos años.
Chafik Chraibi, jefe del servicio de ginecología-obstetrica de la maternidad pública Les Orangers de Rabat, asegura que cada día se practican en Marruecos decenas de abortos clandestinos que, con frecuencia, "generan tragedias". Con tal propósito fundó la Asociación Marroquí de Lucha contra el Aborto Clandestino.
Pese a las declaraciones de las ministras, la revisión del código penal no será inminente. Marruecos celebrará elecciones generales el 25 de noviembre y después deberá formarse un nuevo Gobierno.