“Las organizaciones que formamos el Comitè 1r Desembre —el 1 de diciembre es el Día Mundial del Sida— queremos llamar la atención sobre el impacto que tiene esta crisis en las políticas públicas y los recortes en la epidemia del VIH”, explica Monserrat Pineda, de 40 años, presidenta de la organización. Este año se cumplen tres décadas desde que se identificaron los primeros casos de VIH en España, y del comienzo de la lucha por su detección y prevención y por dar soporte emocional a las personas que padecen la enfermedad. La Generalitat de Cataluña ha recortado un 15% el presupuesto del comité —“que además se pagó un mes más tarde”, añade Pineda—, una acción que le ha mostrado la cara descarnada de la crisis. “Esta medida económica tiene grandes implicaciones sociales y será enormemente perjudicial para la respuesta global a esta enfermedad”, afirma.
Las 21 entidades que integran este comité ya contaban con recursos limitados e insuficientes para dar respuesta a las demandas de prevención y atención. “Pero a causa de estos recortes algunas han tenido que llevar a cabo un ERE y echar a gente. Las más precarias han reducido los servicios de atención, lo que sin ninguna duda es directamente proporcional a la calidad del servicio”.
La presidenta quiere manifestar su preocupación, además de por el recorte económico, por “los recortes de carácter político”, que son la falta de transparencia y la reducción de la participación de la sociedad civil. “Aunque estos son menos visibles, tienen un impacto igual de importante que los económicos, porque impiden que la lucha contra el VIH se mantenga en la agenda política. El debilitamiento de la respuesta de las políticas públicas hacia esta enfermedad nos permite intuir que la lucha contra ella será un fracaso, y lo peor es que no hay vuelta atrás”, se lamenta Pineda.
Un ejemplo de esta situación es la incertidumbre que le ocasiona la desaparición del PPAS (Programa de Prevención y Asistencia del Sida) del Departamento de Salud. “Nos reunimos ayer con Josep Lluís de Peray, hasta ahora coordinador para la creación de la Agencia Catalana de Salud Pública. Peray explicó que el PPAS se convierte en un programa transversal en la nueva estructura de la agencia”. El comité es cauteloso a la hora de valorar el impacto de esta medida: “Nos preocupa cómo nos va a afectar. Sobre todo porque esta situación se está produciendo en un contexto político determinado y nos remitimos a lo que sucedió en la Comunidad Valenciana [donde hace una semanas se eliminó dicho plan] como ejemplo”.
“Para mí, esta epidemia ha puesto de manifiesto las desigualdades en el sistema de salud. La prevención del VIH va más allá de los preservativos”. Pineda aboga por una responsabilidad política y económica: “En la actualidad la crisis no debe ser nunca una excusa para reducir los derechos y tampoco para arrinconar a aquellos que padecen el VIH”.
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