Los recortes sociales que el Gobierno catalán ha comenzado este año con fuerte contestación en la calle son solo el comienzo. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, anunció ayer nuevos tijeretazos con vistas a 2012. En el cierre del curso político, Mas explicó ayer en una conferencia de prensa que a la vuelta de las vacaciones su gobierno comenzará a trabajar en un presupuesto todavía más restrictivo que el actual, que ya prevé un 10% menos de gasto para este año.
Los recortes volverán a llegar a todos los departamentos. Eso sí, consciente de que el nuevo presupuesto tendrá que hacerlo en plena campaña electoral y que los recortes han incomodado a muchos de sus votantes y cargos territoriales de CiU, Mas se comprometió a ser más cuidadoso con los servicios sociales. En sanidad, por ejemplo, se recortará menos que en otros ámbitos, aseguró. Pero se recortará. "No será un presupuesto con muchas alegrías", dijo.
Preguntado por si el sistema de salud resistirá nuevos tijeretazos tras cerrar este verano una cuarentena de ambulatorios y el 25% de las camas, Mas aseguró que sí. "Depende de lo que se considere recorte, si por ello entendemos hacer mejoras en la eficiencia y modificar horarios de funcionamiento de centros que solo tienen dos o tres visitas de urgencias cada noche, hay margen".
El presidente de la Generalitat quiso exhibir imagen de eficiencia el día antes de que el Gobierno se tome vacaciones. El Consejo Ejecutivo no solo aprobó la simplificación de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), gestor de los medios públicos catalanes, también anunció la reducción de 64 organismos públicos entre empresas, consorcios y agencias. En total la Generalitat tiene 274 organismos de este tipo.
No lo tendrá fácil el Gobierno de CiU para aprobar las cuentas sin mayoría absoluta. Difícilmente los socialistas se prestarán a negociar un presupuesto con recortes aún más profundos que los vigentes y, en plena campaña electoral por los comicios del 20 de noviembre, habrá que ver qué actitud tiene el PP catalán. Lo previsible es que el grueso de las negociaciones se retrase tanto como sea posible, de forma que CiU y PP puedan negociar después de los comicios. Con todo, el presidente de la Generalitat aseguró ayer que espera la colaboración de todas las fuerzas, especialmente del PSC y de Esquerra Republicana.
Mas rechazó la voluntad anunciada por el candidato del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba y defendida por la ministra de Sanidad Leire Pajín de que las comunidades autónomas dediquen a salud el incremento de financiación que recibirán el próximo año. "El día que la vicepresidenta Salgado diga lo mismo nos lo comenzaremos a creer", dijo Mas, convencido de que Cataluña y todas las demás autonomías dedicarán este dinero a cubrir déficit y no a los servicios sociales. Mas acusó a Pajín de ser una de las artífices de que la economía española "esté a los pies de los caballos".
El presidente llevó el agua a su molino reiterando que la salida a la crisis está en el concierto económico que CiU utilizará como cebo en las generales.
Mas reconoció que ni PSOE ni PP parecen por ahora abiertos a apoyar la demanda del concierto, aunque ha defendido que la postura de ambas formaciones variará en función de la fuerza que los partidos catalanes tengan en Las Cortes: "Recuerden que en algún momento se ha pasado en apenas 24 horas de aquel ‘Pujol enano habla castellano’ a hablar catalán en la intimidad", dijo recordando los pactos de CiU con el PP de José María
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