El imputado había sido absuelto por la Audiencia Provincial de Madrid porque usaba preservativo, pero ha sido finalmente condenado por el TS a un año de cárcel y al pago de 50.000 euros de indemnización por lesiones imprudentes, ya que la rotura del condón se producía con frecuencia en el caso concreto de esta pareja.
Juan Ramón Barrios, miembro de la Comisión Ejecutiva de CESIDA, ha insistido en que la "criminalización" de la transmisión del VIH y de las conductas de riesgo es "contraproducente" para dar respuesta a la epidemia, ya que aumenta el estigma y la discriminación, y fomenta su ocultación, frenando así los esfuerzos de prevención y la normalización de la prueba del sida.
"Con sentencias como ésta lo que se pretende es que la persona con VIH haga público su seroestatus, pero sin garantizar que se cubran todos sus derechos y se asegure que no se producirán situaciones de estigma y discriminación", ha aseverado.
El portavoz ha recordado que en la actualidad la penalización de la transmisión del VIH solo está justificada en casos muy poco habituales en los que hay intencionalidad de dañar.
Esto, en su opinión, es "muy difícil de demostrar, porque no se pueden tener relaciones de riesgo consentidas y luego pedir responsabilidades a la otra persona, ya que la prevención es cosa de las dos personas".
El miembro de CESIDA ha asegurado que la vía judicial "no es una solución para estos casos" y ha apuntado que lo fundamental para evitar futuras infecciones es potenciar la prevención, impulsar la normalización de la prueba del VIH, luchar contra el estigma y la discriminación, y defender los derechos humanos.
Barrios ha subrayado que el VIH es una infección de "declaración no obligatoria" y ha esgrimido que "bajo ningún concepto se puede obligar a una persona a contar el estado de su salud sin que queden completamente garantizados todos sus derechos".
CESIDA alega que la sentencia aprecia los requisitos de "previsibilidad" y "evitabilidad" en la acción del acusado, que tiene una relación directa con la transmisión del sida a la mujer.
En este sentido, defiende que no se puede atribuir toda la culpabilidad a las personas con VIH, ya que el otro miembro de la pareja también tiene responsabilidad sobre su salud y la de los demás y, por eso, concluye que "es necesario hablar de corresponsabilidad". EFE